miércoles, 3 de noviembre de 2010

LA OBRA DE PIO DEL RIO HORTEGA Y SUS CONSECUENCIAS EN LA NEUROPATOLOGIA


Juliana Fariña González
Catedrática de Anatomía Patológica. Universidad Complutense. Madrid
Presidenta del Colegio Oficial de Médicos de la Comunidad de Madrid

Julio Escalona Zapata
Ex Profesor Jefe del Servicio de Anatomía Patológica. Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid.
Profesor Titular de Anatomía Patológica. Universidad Complutense. Madrid


Con anterioridad a 1920 en que Río Hortega describiera la microglía y la oligodendroglía, la celularidad del Sistema Nervioso Central incluía dos tipos de célula. El primero, estudiado exhaustivamente por Cajal, son las neuronas, El segundo elemento vendría dado por la neuroglía de la que se distinguían dos subformas; la neuroglia fibrosa, propia de la sustencia blanca, provista de escaso citoplasma somatico y largas prolongaciones y la neuroglía protoplásmica de prolongaciones más cortas y gruesas. Hoy dia, gracias a la microscopía electrónica sabemos que estos dos pretendidos tipos celulares son una única celula y que las variantes protoplásmica y fibrosa de neuroglia, no dependen más que del . mayor o menor contenido en gliofíbrillas, más abundantes en la neuroglia de la sustancia blanca y menos en la neuroglía de la sustencia gris.

Además de estos dos tipos celulares -las neuronas y la neuroglia- existian en el cerebro numerosos elementos de nucleo redondo en unos casos y ovalado en otros, pero constantemente desprovistos de expansiones demostrables con los métodos clásicos, que fueron llamadas células apolares (Cajal), células de reserva (Schaper) , etc. Este tercer elemento que mereció un trabajo especialmente dedicado a este tema, por Río Hortega es el que estaba reservado a este autor, cuyos trabajos, describiendo dos variedades celulares, ambas provistas de expansiones, han persistido hasta la actualidad. Se trata de la Microglía y de la Oligodendroglía.

En alguna ocasión hemos afirmado que parece como si Achucarro y Río Hortega fueran la misma persona encarnada en dos vidas sucesivas. Efectivamente, Achucarro fue el primer español interesado en el estudio de las células intersticiales del Sistema Nervioso Central, dedicado hasta entonces, por la gran influencia de Cajal, al estudio de las neuronas y sus conexiones. Los métodos de impregnación con óxido de plata tras un mordentaje con tanín02 permitieron ahondar en la textura de la neuroglía ya descrita exhaustivamente por Weigert con su método a base de anilinas y por Cajal con la técnica del oro-sublimado. El método de Achucarro logro profundizar en las reacciones patológicas de la neuroglia, describiéndose sus alteraciones en la demencia paralítica, en el reblandecimiento cerebral así como la glitectómica de la corteza cerebral. Un aspecto que seria aclarado mas tarde por Río Hortega, fue la naturaleza de los llamados cuerpos en bastoncito de la corteza cerebral.

Muerto tempranamente Achucarro, su discípulo Río Hortega, modifico el método tanoargéntico, publicando cuatro modificaciones que sin dar por resultado unas imágenes decisivas si aportaron una mayor regularidad ante la variabilidad de la técnica original. La consecuencia final de esos trabajos fue la introducción del carbonato de plata, reactivo mucho mas seguro y versátil que el oxido de plata, y que resulta de la precipitación del nitrato de plata con carbo-nato sódico o lítico según los casos, con ulterior disolución del precipitado con amoniac0. De este modo, las irregularidades del método original de Achucarro quedaron obvia das y permitieron a Río Hortega abordar con éxito el problema de la naturaleza def llamado tercer elemento de los centros nerviosos.

La dependencia de la técnica micrográfica

Realmente, buena parte de los avances de la Histología normal y patológica están basados en la técnica micrográfica. Dejando en lugar preferente la simple hematoxilinaeosina 5 los tricrómicos han permitido separar los haces de músculo liso y las bandas de colágena y, en el caso del método de Masson, demostrar los humos propios de las glomerulonefritis. Las enfermedades desmielinizantes, son herencia del método, tantas veces modificado, de Weigert para la mielina. El empleo de los métodos de Cajal y Golgi fue el responsable de los grandes avances de la Neuroanatomía de la primera mitad del siglo XX.

Incluso, los nuevos conocimientos posteriores a 1950, se deben a la utilización de técnicas sucesivamente mas fiables: la microscopia electrónica, el cultivo de tejidos, la inmunohistoquímica y, actualmente, la biología molecular.

En el caso de Río Hortega, la introducción de su reactivo -el carbonato de plata fue decisiva para demostrar que las células apolares no lo eran realmente, sino que poseían expansiones no visibles con los métodos anteriores. Todo el edificio de la microglía y oligodendroglía en estado normal y patológico se asienta en estos dos métodos que solo han sido igualados 60 años mas tarde por las técnicas inmunohistoquímicas en el caso de la microglia CD68). Respecto a la oligodendroglía, aun se esta esperando una técnica que sea capaz de identificarla con carácter especifico. Incluso los tumores del Sistema Nervioso se han beneficiado de dichos métodos al ser los primeros que permitieron demostrar el citoplasma de las células neuroglicas tumorales.

La microglía

La existencia de un tipo celular de origen mesenquimal en el Sistema Nervioso Central había sido entrevista por Roberston en 1907 , gracias a un método a base de sales de platino, asi como por Capobianco en 1901 y por Hatai en (1902), Dentro de este concepto de mesoglía de Robertson se englobaban todas las células de nucleo redondo u oval con citoplasma invisible o ameboide, carentes de prolongaciones que habían sido consideradas por Cajal como el - tercer elemento - de los centros nerviosos, Los elementos descritos por Nissl como células en bastoncito, representarían estos elementos o células neurogliales en actividad.

La tipificación exacta de las células del «tercer elemento tuvo lugar entre 1920 y 1921, en que Río Hortega describió sus características morfológicas en estado normal, su evolución para formar las llamadas células en bastoncito y el corpúsculos granuloadiposos, su origen mesodérmico y SI distribución a lo la rgo de los centros nerviosos.

Así, Río Hortega describió el origen tardío de la microglíé que penetra en el cerebro a través de piamadre de las telacoroideas superior e inferior. Desde estos puntos, las células mesenquimales se distribuyen por la corteza cerebra convirtiéndose en elementos de núcleo alargado, provisto de un citoplasma ricamente ramificado después de un trayecto relativamente perinuclear corto y casi siempre opositopolar. Solamente, cuando entran en actividad, estas células se transforman en células en bastoncito o células redondas o panzudas repletas de material fagcitado en el citoplasma; los cuerpos granuloadiposos.

Contra estos puntos de vista no han faltado autores que se han pronunciado en sentido contrario, defendiendo su origen ectodermíco. Buena parte de ellos han sido defensores de la teoria sincitial del Sistema Nervioso Central, por lo que actualmente han perdido toda su vigencia.

Por otra parte Fujita y Kitamura, desarrollaron un modelo experimental por medio de la autorradiografia, demostrando el origen sanguineo del componente celular inflamatorio en los centros nerviosos. El fenomeno no tiene en si mayor importancia, no siendo más que la constatacion de un hecho habitual en el resto de los organos de la economia: la llegada al foco inflamatorio de elementos de origen sanguíneo. El problema radica que en el mismo trabajo se niega la entrada tardía de la microglía en el neuroeje y se afirma su naturaleza ectodermica a partir del glioblasto. En nuestra opinion, y de acuerdo con opiniones expresadas a titulo personal por De Castro y Polak, el problema reside en que los autores japoneses no fueron capaces de teñir la microglía de los centros nerviosos en estado normal. La pretensión por parte de algunos de sus seguidores de que los conejos utilízados por Río Hortega no procedian de criaderos controlados y que todos ellos sufririan una encefalitis leve y, por lo tanto su microglia estaría activada, no pasa de ser una opinion gratuita si no es que es una pura anécdota.

De este modo, estos postulados han ido perdiendo valor hasta caer en el olvido.

La oligodendroglía

A pesar de que los términos células de Hortega, Hortegasche Zellen, Hortega 'cells se refieran a la microglia, el descubrimiento de un nuevo tipo célula aun no descrito, corresponde a la oligodendroglía. En efecto, dentro de las células pretendidamente apolares del tercer elemento de los centros nerviosos, existe un tipo celular muy abundante, de núcleo redondo de aspecto linfocitoide, desprovisto de prolongaciones visibles con los métodos habituales. Este tipo de célula, tan abundante en la sl1stancia blanca, no podía pasar desapercibido, de modo que fue considerado como glía apolar mas o menos relacionada con el fenómeno de la neuro o pseudoneuronofagia (Cajal) o como células de reserva (Schaper) etc.

A partir de 1921, Río Hortega describe estas células como glía interfascicular o como glia de escasas radiaciones logrando demostrarla con dos métodos: el carbonato de plata y una variante del método de Golgi sin osmio. Con arreglo a sus descripciones la olígodendroglía se caracteriza por:

A) Su abundancia en los centros nerviosos, especialmente en forma de hileras mal definidas en la sustancia blanca y de agrupaciones alrededor de las neuronas en la sustancia gris.

B) Núcleo redondo.

C) Expansiones escasas, finas o debilmente granulares con granulaciones (gliosomas) en el interior del citoplasma.

D) Disposición enrollada alrededor de las fibras nerviosas, tan abundantes en la sustancia blanca.

Tras estos trabajos, autores como Penfield Metz y Spatz aceptan los postulados de Río Hortega y mas tarde López Enríquez describe la oligodendroglía de las vías ópticas y Marchesani en la de la retina.

Un aspecto frecuentemente olvidado es la existencia de cuatro tipos de oligodendroglía, descritos en el ultimo trabajo de Río Hortega. En el, se hace hincapié en que, además de la morfología clásicas, que el llamo tipo I o de Roberson, existen formas de oligodendroglioma mas complejas como los tipos 11 y 111 que Río Hortega llamo de Cajal y de Paladino, asi como un tipo IV muy en relación con las fibras mielínicas. La existencia de estos subtipos explicaría la complejidad celular del oligodendroglioma cuando se estudia con métodos especiales.

La gran importancia de los trabajos de Río Hortega sobre la oligodendroglía reside en haber estudiado el tema de forma exhaustiva. No solo describió sus características citológicas y su distribución en el neuroeje, sino que es su ultimo trabajo el que estableció sus relaciones con las neiuronas y, especialmente con las fibras mielinicas. De este modo aclaro sus funciones que serían aportar una envoltura celular a cada una de las fibras que discurren por el neuroeje. La pseudoneuronofagia dependería, por su pat te, del recubrimiento de las neuronas de la sustancia gria las que aportaría su vaina citoplásmica. Así, equiparó la oligodendroglía con las células de Schwann de los nelvías periféricos. Los trabajos ultraestructurales posterieres acerca de la célula oligodendroglica y de la microscepía electrónica de la vaina mielínica, no han venido sin a confirmar estos postulados, establecidos muchos años antes.

Los tumores cerebrales

El trabajo básico de Río Hortega fue el - Estudio y Sistematización de los Gliomas y Paragliomasll -, publicado en 1932, como parte del primer tomo de la revista Archivos Españoles de Oncologia y que constituyo una de las ponencias al I Congreso Mundial del Cáncer. El libro posterior Anatomía Microscópica de los Tumores del Sistema Nervioso es una recopilación del anterior sumándole los tumores no gliales.

En ambos textos se defiende una clasificación histogenética al estilo de Bailey y Cushing. basándose en el uso exclusivo de las impregnaciones argentinas para establecer un paralelismo entre la evolución citogenéticas de la neuroglia y las imágenes de los tumores cerebrales.

Es evidente que desde la óptica actual, la obra de RíoHortega resulta excesivamente ligada al estudio citológico y que esta basada en un sistema clasificatorio abandonado, careciendo de aplicabilidad clínica, pero no cabe duda de que en su tiempo -73 años antes- fue un hito extraordinario, especialmente en un momento en que la visualización del citoplasma celular era un empeño imposible.

Las consecuencias

El descubrimiento de los métodos con carbonato de plata y de las dos estirpes celulares citadas, tuvo por consecuencia una serie de aplicaciones, especialmente en el terreno de la patología, ya que los trabajos de Río Hortega acerca de ambas células habían aclarado casi todo lo concerniente a la morfología en estado normal.

Mícroglía

Las consecuencia lógica de la identificación de la microglía como un macrófago adaptado a la textura del Sistema Nervioso, es su participación en todos los mecanismos propios de esta estirpe celular. De este modo, desde los trabajos del Río Hortega y Penfield se conoce el papel de la microglia activada tras la producción experimental de heridas en la corteza cerebral. Inactiva en principio, la microglía se actva como respuesta inflamatoria transformándose sucesivamente en células en bastoncito, células ameboides y, por capacidad fagocitaría, en corpúsculos granuloadiposos. Es la activación conlleva la traslación de estas células a lo largo de los intersticios del Sistema Nervioso, hasta alcanzar foco inflamatorio, fase durante la cual tienen lugar las transformaciones citadas. Esta interpretación de la evolución de la microglia, ha permanecido vigente hasta la actualidad.

Esto quiere decir esto, que todos los macrófagos del foco inflamatorio sean de origen microglial. pero sí que, aunque buena parte arriben al foco por vía sanguínea, un componente importante deriva de células microgliales activadas.

Oligodendroglía

Una de las consecuencias más llamativas de estos trabajos es la imagen microscópica de los oligodendrogliomas. La llamada imagen en huevo frito, que aparece también en alteraciones no tumorales como el edema cerebral, y su asociación en la imagen en panal de abejas, existen únicamente en material fijado en formol. Las preparaciones en fresco o con fijación idónea en glutaraldehido o las células emigradas en los cultivos de tejido. carecen de este aspecto. Se trata pues de un artefacto por la rápida alteración citoplásmica, bien por alteraciones del medio como en las reacciones oligodendrogliales o por la fragilidad de los oligodendrocitos tumorales.

Consecuencia de los trabajos de Río Hortega es la descripción de dos tipos de oligodendroglioma que difieren de la imagen clásica. Realmente, pocos tumores son tan fáciles de diagnosticar como el oligodendroglioma convencional, pero ya en 1956, Zülch señaló que, estudiados con métodos especiales, estos tumores distan mucho de presentar la monótona imagen habitual, apareciendo otros tipos celulares. Subsiguientemente, surgen variantes histológicas queplantean numerosos problemas interpretativos.

De un lado, los tumores de citoplasma eosinófilo y opaco fueron ya entrevistos por Takei y Cols y mas tarde estudiados a fondo por Escalona Zapata, Herpers y Budka y Meneses y Kepes. El primer punto en litigio reside el carácter regresivo o progresivo de este tipo celular. Su persistencia a lo largo de la vida del cultiv0, la existencia de gliofilamentos en su interior así como la expresión de GFAP en los propios cultivos y en gran parte de las células tumorales abogan por su naturaleza progresiva.

De otro, los tumores mixtos u oligodendroastrocitomas plantean la relación citogenética entre ambas estirpes celulares. Admitida la procedencia común a partir del glioblasto, existen partidarios de un desarrollo tumoral a partir de los líneas distintas y autores adscritos a un origen común en el que algunas células oligodendróglicas serían capaces de desarrollar características astrociticas. Sobre estas bases se ha propuesto una metaplasia astrocítica de la célula oligodendróglica tumoral para explicar la naturaleza del oligodendrocito eosinófilo (minigemistocito) y la de al menos una parte de los tumores mixtos. Los trabajos de Escalona Zapata 29 demostrando en series paralelas, teñidas con GFAP e impregnaciones argénticas, la progresión astrocítica en los oligodendrogliomas apoyan aún más este punto de vista.

A menudo, estas variantes están en relación con los cuatro tipos descritos por Río Hortega 16 que parecen haber sido olvidadas.

En este mismo sentido pesa la opinión de Lumsden que defiende que la gliosis propia de las leucodistrofias, depende de la transformación astrocítica de previos oligodendrocitos, lo que explicaría la escasez de dichas células en estos procesos. Esta opinión refuerza el concepto de metaplasia astrocítica para explicar la expresión de GFAP en tan elevado numero de oligodendrogliomas y, por supuesto, la existencia de oligoastrocitomas.

Los tumores cerebrales

La aportación de Río Hortega al estudio de los tumores del Sistema Nervioso resulta un hecho natural tras la introducción de sus métodos. Así, en este terreno influyó decisivamente en varios campos.

Ya de inicio no debe olvidarse la dedicatoria personal del libro original de Bailey y Cushing 31 existente en la Biblioteca del Instituto Cajal de Madrid, en la que se citan las técnicas de impregnación argéntica de la Escuela Española como importante base para su publicación. Estas técnicas fueron la impregnación con oro-sublimado de Cajal y los métodos con ca rbonato de plata de Río Hortega.

La influencia de Río Hortega en este tema se ha reflejado en múltiples publicaciones posteriores.

Así, el capítulo de Folke Henshen en el Handbuch der Spezielle Pathologische Anatomie und Histologie de Henke y Lubarsch de 1954 está repleto de de imágenes de impregnación argéntica y del espíritu de Río Hortega.

Igualmente Zülch, cita los estudios de Río Hortega, aceptando su punto de vista clasificatorio y la divisíón propuesta por el, ya en 1932, en gliomas y paragliomas.

En 1962 se produce la versión inglesa del libro de Río Hortega acerca de los tumores cerebrales, publicado por la Editorial Charles C. Thomas de Springfield (Illinois).

Consecuencia también de la influencia de Río Hortega, y en esta caso de su estancia en Oxford junto a Dorothy Russell es la descripción de la llamada microgliomatosis por Russell, Marshall y Smith, gracias a una curiosa variante de impregnación metálica no argéntica. Previamente, autores como Belezky, Awzen, Benedek y Juba o Abbott y Kernohan describieron con diversos nombres, neoplasias de este tipo. Incluso Polak defendió el concepto de microglioma a pesar de que el propio Río Hortega negara siempre la existencia de tumores de la microglía. A la luz de los actuales conocimientos, lo mas probable es que, en unos casos se tratara de glíomas malignos con acusado componente microglial por necrosis o linfomas estudiados antes del advenimiento de los métodos inmunohistoquímicos que permitieron su adecuada tipificación. De este modo se volvió a la antigua concepción de Río Hortega: los microgliomas no existen.

Por ultimo, e independientemente de las numerosas citas bibliografícas en los mas importantes libros de Neuropatologia, no pueden dejar de citarse aquí los libros publicados por seguidores de Río Hortega de distintas nacio nalidades. Así el libro de Polak, el libro de Scharenber y Liss de, la monografía de Costero, Barroso-Mogel Chevez.

Epílogo

No queremos terminar esta revisión sin hacer constar que los autores han querido evitar aludir a aspectos histórice de Río Hortega. Se han publicado numerosas revisione sobre su evolución histórica, su trayectoria sociopolítica sus avatares personales y a ellas nos remitimos. Le autores han querido destacar sus aportaciones a la Histología ya la Anatomía Patológica y las consecuencias que tuvieron en el desarrollo de ambas especialidades, así con lamentar que esta tradición se haya perdido con el paso de los años. No se trata aquí de revivir una metódica que cumplió sus objetivos en su tiempo para, como otras tantaquedar obsoleta, pero sí de echar en falta una generación capaz de actualizar con nuevos métodos una tradición lamentablemente interrumpida.